
Creo que todos tenemos ese lugar feliz en el que nos gusta estar. El mío es la playa. Simplemente sentarme descalzo a su orilla y contemplar hasta donde alcanzan mis ojos apreciar uno de los espectáculos más hermosos de la naturaleza es extraordinario.
Estar ahí me recuerda que soy parte de un todo que es mucho más que aquellas pequeñeces que a veces me quitan la paz. Vaciarme en silencio para abrirme a la escucha del sonido de las olas arrastrando la arena cuál reloj de tiempo me invita a prestar atención a los detalles. A los detalles que veo y a los que sólo puedo sentir como lo es la brisa que como obrera constante no cesa de abanicar las palmeras que adornan el paisaje. Recostarme en la arena y sentir la fuerza del sol calentando mi piel. En fin, que agradezco a la vida por ser parte de un espacio en el mundo en donde puedo vivir está experiencia tan única.
La pregunta es, ¿cuál es tu happy place? ¿Haz identificado ese lugar en donde logras conectar tus sentidos de forma segura? Todos necesitamos reencontrarnos de vez en cuando y recordar que todo estará bien. Que hay siempre razones para ser felices y agradecer. Regálate la experiencia de encontrar en la naturaleza que nos rodea la vitamina que nuestro espíritu necesita.
En mi caso, eso lo obtengo aquí, en la playa, mi happy place…
Pensándome
Jose Rivas